Hiperfosfatemia asintomática en la realimentación tardía de un trastorno de la conducta alimentaria.
ComiteNetMD
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3 set, 2025

RESUMEN
El síndrome de realimentación es una complicación grave tras la reintroducción de la nutrición en pacientes severamente desnutridos. Se acompaña de alteraciones metabólicas, siendo la hipofosfatemia un hallazgo habitualmente precoz. Sin embargo, la aparición de hiperfosfatemia en etapas tardías de la realimentación es un hallazgo inusual y escasamente estudiado. El aumento de la reabsorción tubular de fósforo (RTP) parece ser el mecanismo implicado. Esto podría explicarse por la activación del sistema GH/IGF-1, asociado a la realimentación, que inhibe la secreción de FGF-23 y provoca una disminución de la RTP. Contradictoriamente, los niveles de FGF-23 se encuentran elevados, por lo que se plantea una resistencia a su acción. Este fenómeno impresiona de adaptativo y es frecuentemente transitorio y asintomático.
INTRODUCCIÓN
El aumento de los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) refleja una preocupación creciente en la medicina moderna. Entre ellos se encuentra la anorexia nerviosa (AN), caracterizada por una restricción persistente de la ingesta calórica, un miedo intenso a ganar peso y una percepción distorsionada del propio cuerpo. Se estima que esta enfermedad tiene una prevalencia a lo largo de la vida en la población adulta del 0,8 % (1), siendo más frecuente en las mujeres (2), siendo la edad media de aparición a los 17 años (1). La recuperación ponderal es uno de los pilares del tratamiento, presentando estos pacientes un riesgo aumentado de síndrome de realimentación (SR), complicación potencialmente mortal. El SR consiste en la aparición de alteraciones hidroelectrolíticas por la introducción o el aumento de la ingesta calórica después de un período de disminución o ausencia de ingesta. La hipofosfatemia nos alerta de la aparición de este síndrome y se presenta hasta en un 14 % de los pacientes con AN (3). Sin embargo, la aparición de hiperfosfatemia durante el proceso de realimentaciones un hallazgo inusual y escasamente estudiado. En población sana, las concentraciones de fósforo se mantienen en un rango estrecho (2,5 a 4,5 mg/dl) (4) gracias a cambios interrelacionados en la absorción intestinal, la redistribución entre compartimentos (intracelular, extracelular y óseo) y la reabsorción tubular renal. En su regulación intervienen diferentes hormonas, como la vitamina D, la hormona paratiroidea (PTH) y el factor de crecimiento fibroblástico 23 (FGF-23) (5).
CASO CLÍNICO
Se presenta el caso de una paciente mujer de 43 años, sin hábitos tóxicos ni factores de riesgo vascular, cuya enfermedad principal era un TCA de tipo AN restrictivo-purgativo desde los 14 años, en seguimiento compartido por Psiquiatría y Nutrición desde 2021, sin historia de ingresos previos. Presentaba como complicaciones principales derivadas de la AN amenorrea secundaria, osteoporosis lumbar, estreñimiento crónico e hiponatremia moderada crónica, esta última en probable relación con su consumo habitual de laxantes. Se encontraba también en seguimiento por Reumatología debido a una enfermedad del tejido conectivo que cursaba con Raynaud, leucopenia y elevación moderada de la creatina-kinasa (CK). Como tratamiento habitual tomaba suplementos de calcio y vitamina D, fluoxetina, distintos procinéticos y laxantes (prucaloprida y linaclotida).
Elena Carrillo-López1, Sara Jiménez-Blanco1, Itziar Leal-Leturia2, Begoña Molina-Baena1
1 Servicio de Endocrinología y Nutrición;
2 Servicio de Psiquiatría. Hospital Universitario de La Princesa. Madrid
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