Controversias en Urología: Cirugía Robótica de Puerto Único Frente a Cirugía Robótica Multipuerto.
En las últimas 2 décadas, la laparoscopia asistida por robot ha dado forma a la forma en que se realiza la cirugía urológica al reducir la cirugía invasiva, acelerar los tiempos de recuperación y aliviar las molestias postoperatorias.1 Desde la introducción de la primera generación del Da Vinci Standard, se han lanzado versiones actualizadas de esta plataforma robótica, siendo la última el da Vinci 5. Además, están entrando en el mercado otras plataformas multipuerto, lo que permite una mayor accesibilidad a la cirugía robótica.2 Si bien la aplicación urológica de la robótica se vio impulsada inicialmente por el crecimiento exponencial de la prostatectomía radical robótica, la maduración de la experiencia y los refinamientos en las técnicas quirúrgicas condujeron a la implementación exitosa de todos los principales procedimientos quirúrgicos urológicos, tanto para indicaciones benignas como malignas. En definitiva, el éxito de la cirugía robótica en urología se ha consolidado gracias a una evidencia cada vez mayor que demuestra sus excelentes resultados clínicos y apoya su reproducibilidad e implementación segura en diferentes entornos hospitalarios en todo el mundo. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) autorizó la plataforma da Vinci SP (puerto único) para uso clínico en 2014,3 y el sistema ingresó al mercado estadounidense en 2018 y, más recientemente, también al mercado europeo. El Da Vinci SP nos permitió renovar el concepto de cirugía de un solo sitio (una sola incisión), que se había explorado previamente una década antes, pero que pronto se desvaneció debido a importantes limitaciones técnicas y tecnológicas.4 Después de una fase inicial de aprendizaje, el cambio de paradigma con la cirugía robótica SP estuvo representado por la adopción y estandarización de abordajes quirúrgicos alternativos a la vía transperitoneal establecida, que es el estándar para los procedimientos robóticos multipuerto (Tabla). Para la prostatectomía radical, los abordajes extraperitoneal y transvesical ganaron impulso5 , mientras que, para la nefrectomía parcial, el abordaje retroperitoneal anterior inferior ganó rápidamente popularidad entre los cirujanos de SP6 (Figura). Hasta la fecha, múltiples estudios sugieren beneficios clínicos de la cirugía SP para estos procedimientos índice, en términos de cicatriz quirúrgica mínima, menor dolor postoperatorio, menor uso de narcóticos y alta y retorno más rápidos a la actividad habitual. Estos beneficios se derivan principalmente porque los procedimientos SP evitan la cavidad peritoneal y son menos invasivos.7 Dado que la cirugía en entornos ambulatorios se está convirtiendo en un objetivo primordial para muchas instituciones hospitalarias, la implementación de la robótica SP podría facilitar el logro de este objetivo.8 Además de la prostatectomía radical y la nefrectomía parcial, otras aplicaciones intrigantes del robot SP son las siguientes: enucleación transvesical (percutánea) de la próstata,9 pieloplastía (y muchas otras cirugías ureterales reconstructivas),10 y nefroureterectomía.11 La nefrectomía radical SP puede ser una opción atractiva en pacientes con abdomen hostil12, ya que la nefrectomía radical robótica multipuerto sigue teniendo un papel destacado. Se demostró que la cistectomía radical SP es factible, pero su beneficio sigue bajo escrutinio.13 En resumen, estamos asistiendo a una apasionante era de aprendizaje y descubrimiento en el campo de la cirugía robótica. La cirugía robótica multipuerto ofrece una herramienta fiable que ha sido refinada y optimizada a lo largo de muchos años de práctica y millones de casos realizados. Sin embargo, la cirugía robótica SP se puede implementar de manera segura para una amplia gama de procedimientos, y representa un cambio de statu quo. Su papel en urología está creciendo rápidamente: se ha abierto una nueva caja de Pandora. Entonces, ¿multipuerto o puerto único? ¿Hay un ganador? Descúbrelo asistiendo a esta sesión de “fuego cruzado” en la Reunión Anual de la AUA 2025.